jueves, 31 de diciembre de 2015

STARWARS: EL DESPERTAR DE LA FUERZA

REENCUENTRO
Perdido el factor sorpresa, el gran mérito de esta película es haber logrado el tono épico de aquella que nos asombró y maravilló allá por 1977, lo que no es poco. Es como un reencuentro con unos viejos amigos a los que uno llevaba muchos años sin ver y con los que se intenta volver a vivir unas sensaciones largo tiempo olvidadas por culpa de las tres últimas entregas de la serie.
Pero ¡Ay!, el tiempo no pasa en balde y se han perdido cosas y aunque todo parezca igual ya nada es lo mismo. El argumento es casi idéntico al de la primera entrega (Episodio IV), pero el guión no profundiza ni en los personajes ni en sus motivaciones, ni explica que que ha sido de ellos en el tiempo en que no los hemos visto; el sentido del humor ha disminuido notablemente (cosas de la edad supongo), y el casting de algunos de los nuevos personajes, no es muy atinado: Daisy Riddley (Rey) está espléndida en una especie de Han Solo femenino, pero John Boyega (Finn), resulta plano y lamentable. Ninguno de los villanos irradia la sensación de terror que emitía Darth Vader o el emperador Papaltine. El resto, ritmo, fotografía, efectos especiales, música, muy bien, como no podía ser de otra forma. Pero el conjunto se queda corto, sabe a poco. Hay espectáculo pero no pasión, y sin pasión no hay emociones.

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