domingo, 28 de febrero de 2016

BROOKLYN

EMOCIONES
Un gran melodrama, intenso, soberbio, que maneja con soltura los mejores elementos del género, el amor, el sacrificio, la bondad, y además añade algo nuevo, como la duda sobre el lugar al que uno pertenece. Si tuviera que definir la impresión que me ha producido, solo bastaría una palabra, EMOCIÓN, así, con mayúsculas.
El para mí desconocido John Crowley cuenta todo esto con una extremada sencillez,sin trucos, sin pedantería, como si quisiera mostrar que hacer algo tan hermoso es simple y fácil, pero esta forma de narrar, tan directa, no es nada sencilla. Cuando se logra, como en este caso, uno recuerda otros hitos semejantes como "Memorias de Africa" o "Los puentes de Madison", así es el nivel. Por supuesto, para que todo funcione, se precisa de un casting perfecto y una dirección de actores espléndida, entre los que una extraordinaria Saoirse Ronan, nos deja totalmente admirados y hace que todo sea creíble.

viernes, 26 de febrero de 2016

¡AVE CESAR!

UN BORRÓN MENOR
Todo el mundo, incluso los hermanos Cohen, tiene derecho a hacer algo que no acaba de estar tan bien como uno espera, defrauda nuestras expectativas y no queda a la altura de lo que nos tienen acostumbrados. Así, esta comedia sobre el rodaje de un gran "peplum", que recuerda a "La Túnica", allá por los años cincuenta del siglo pasado, alterna momentos desternillantes con otros en los que la narración se arrastra penosamente. Es como si en la película tuviera siempre que pasar algo para que la cosa funcione y cuando no pasa, se cae.
Por todo ello, a pesar del interés de los actores, todos con la marca de la casa,el conjunto queda deslavazado, sin continuidad. La peripecia del grupo de activistas de filiación pseudo - comunista, apenas tiene interés. Queda, eso sí, un homenaje al productor de la vieja escuela, clásico de los grandes estudios de la época dorada de Hollywood, sin duda merecido, pero insuficiente.                        

domingo, 14 de febrero de 2016

VIAJE A SILS MARIA

VANIDAD
Con retraso y una cierta ilusión, recupero una de esas películas que se me habían pasado. Pues resulta que no me había perdido nada. Esta especie de juego de teatro-vida real que retoma el mismo tema que "Eva al desnudo", o, en una clave distinta, "Conociendo a Julia", solo aporta la petulancia y vanidad de Olivier Assayas, incapaz por su frialdad de hacer sentir la menor emoción y suscitar el más mínimo interés ante lo que intenta contar. El artificial preciosismo de algunas imágenes o algunos de los infames trucos del director, no son suficientes, al igual que los hermosos paisajes en los que se desarrolla.
Lo único que queda es el buen hacer, ya sabido, de la espléndida madurez de Juliette Binoche y el descubrimiento de que Kristen Stewart puede hacer mejores cosas que la estupidez de la saga "Crepúsculo".

martes, 9 de febrero de 2016

CAROL

CONTENCIÓN
Esta es una historia de amor, pero no una cualquiera, es una historia de amor entre dos mujeres. Hemos visto cosas parecidas antes, pero nunca con la contención, sensibilidad y pudor con los que Tod Haynes ha impregnado toda la narración. A todo eso le ayuda la agudeza de los diálogos, la forma en que transmite la transformación  que el personaje de Therese (Rooney Mara) va experimentando en su recorrido iniciático del descubrimiento de su sensualidad y el sacrificio de Carol (Kate Blanchett) capaz de asumir la perdida de la custodia de su hija con tal de conservar la relación con su recién descubierto amor.
Hay algo más: no se nos quiere vender como algo normal, y mucho menos en la época de finales de los años cincuenta en que se sitúa la acción, son cosas que suceden, que están ahí, a las que no hay que cerrar los ojos. Podría verse como algo similar a "Breve encuentro", pero con un final que viene a exponer que si en circunstancias semejantes, se desea la felicidad, esta solo se logra con sacrificio,sufrimiento y una gran incomprensión por parte del mundo que te rodea.

lunes, 1 de febrero de 2016

LA JUVENTUD

MIXTIFICACIÓN
Después de "La gran belleza" uno esperaba una gran película. Ahora me asaltan dudas, ¿sería el azar? El mundo visto desde un balneario suizo por un viejo director de orquesta y un no menos viejo, director de cine, resulta tan vacuo, tan artificial, tan carente de interés, que solo se salvan algunos diálogos aislados, basados en la maestría de los soberbios actores que son Michael Cayne y Harvey Keitel. Ni siquiera Rachel Weisz, tan bella como acostumbra, llega a interesar. El resto de personajes y personajillos (incluido Jane Fonda) son meros maniquís que, a veces, se mueven sobre el telón de fondo de unos paisajes bucólicos (vacas incluidas) o por un establecimiento termal con resonancias del pasado.
En su incesante búsqueda por emular y ser como Fellini, Sorrentino va a conseguir ser insoportable. O, peor aún, nada.