domingo, 22 de enero de 2017

LA LA LAND, LA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS

MELODRAMA CON MÚSICA
Te dicen, un musical: una muestra de un género casi desaparecido. Pero una vez visto me entran dudas. Tras un comienzo de deslumbrante coreografía, la película adquiere progresivamente un tono melancólico y se desliza suavemente hacia el melodrama. Hay grandes canciones: aunque son más bien recitados con música y todo musical, trágico o no, debe tener al menos una canción que el espectador recuerde cuando acaba (aquí hay varias pero no lo suficientemente pegadizas). Tampoco la música deslumbra, bien es verdad que ya no existen Porter, Gerswin, Hart, Hammerstein, Loewe y todos los de la gran generación, pero la que oímos está en conjunto bastante bien. Entonces, ¿Qué es lo que hay?
Hay una historia de amor creíble, dos actores, Emma Stone y Ryan Gosling, con buena química entre ellos, que cantan y bailan lo suficiente, con encanto, con ese saber hacer de los actores norteamericanos. Ellos son los responsables de que la cosa funcione junto con un director, Damian Chacelle, que sin llegar por supuesto a la altura de los maestros, sabe que los bailes deben rodarse en plano general, sin trocearlos, para poder verlos y apreciarlos. Hay también algunos nostálgicos homenajes, a Demy y sus paraguas, a Donen, a Minnelli, a los dúos Astaire Rogers e incluso al Moulin Rouge de Baz Luhrman, aunque este me parece un  director  horrible. El gran éxito de esta obra, del que me congratulo por lo que pueda significar de cara al futuro, es fruto también de la añoranza. Para comprobarlo, no hay más que sacar los DVD y ponerse a visionar los que si fueron grandes musicales, los de la época dorada.

1 comentario:

  1. Tienes razón, es un buen musical pero está lejos de "Cantando bajo la lluvia" o "West Side Story", por decir solo dos obras capitales.
    Muy interesante lo que dices sobre el plano general para rodar los musicales.
    Un saludo.
    Luis
    El Cine en que Vivimos

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