domingo, 21 de mayo de 2017

MARAVILLOSA FAMILIA DE TOKIO

DEGRADACIÓN
Yoji Yamada reemprende su particular homenaje a Ozu, pero esta vez quiere cambiar el "chip" a modo de comedia y las cosas no salen tan bien. El tono casi vaudevillesco de algunas escenas y los ocasionales gags se mezclan mal con el sentimentalismo tradicionalista del original. Lo que en este era reflexión, aquí es un exagerado expresionismo. Por otra parte, el exceso gestual de algunos de los actores, no contribuye a arreglarlo.
¿Entretiene? Sí. ¿Divierte? Mucho menos. Solo la fidelidad al gran maestro mantiene la película. Ojo a las secuelas de las que Yamada es especialista. El tema está prácticamente agotado.

domingo, 7 de mayo de 2017

NEGACIÓN

IMÁGENES Y PALABRAS
En términos simples es una película sobre un juicio del que se conoce el resultado: el relato de la demanda legal en la que Pinguin books y Deborah Lipstad se enfrentaron a David Irving, un seudo historiador de claras simpatías nazis, que negaba el holocausto.
Podría ser una más e incluso no interesar, aunque el tema es apasionante. Pero no es así; con un guion perfecto, que gradúa la intensidad de las emociones en juego y un preciso retrato de caracteres, apoyándose en soberbias interpretaciones, la película se ve como un "thriller" fascinante, que nos embarca desde sus primeras imágenes. Escenarios, gestos y palabras, muchas palabras, pero cuando estas están dichas por un extraordinario elenco, por Rachel Waisz y, sobre todo, por un inconmensurable Tom Wilkinson, todo funciona a las mil maravillas. Cine clásico, estupendo, que produce un enorme gozo mientras se contempla.

lunes, 1 de mayo de 2017

LADY MACBETH

AMORES RURALES
Todos son nuevos para mí: desde el autor ruso del cuento origen del guión hasta el director y los interpretes. Tampoco importa mucho. La película se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX y trata de una joven de origen desconocido (nada se nos explica), que es casada, aparentemente contra su voluntad, con el talludo heredero de un anormal y pudiente terrateniente. La impotencia de su marido despierta en ella una desenfrenada ninfomanía que no se detiene ante nada, aunque eso signifique eliminar cualquier obstáculo que se le oponga. De forma más seria, esto ya lo trató D. H. Lawrence en "El amante de Lady Chatterley". Y no hay más. Hablar de feminismo o racismo, como ha hecho algún crítico, es estúpido. Aquí solo hay una bestial anormalidad que ni siquiera sirve para tapar los agujeros del guión.
Lo único que se puede salvar es la interpretación de la protagonista, esplendida Florence Pugh, la hermosa e intencionada fotografía y la justa, y gracias a Dios escasa, duración de la película.