domingo, 4 de junio de 2017

NORMAN. EL HOMBRE QUE CONSEGUÍA TODO

INDIFERENCIA
No sé quien es Joseph Cedar, director y guionista de esta película, pero lo que sí sé es que ha destrozado una idea razonablemente original, potencialmente atractiva, mediante un guión confuso y estúpido y una realización nefasta que como único aliciente, tiene que recurrir a viejos trucos (superposición de imágenes, ralentis, pantallas divididas...etc.), con la intención de resolver escenas que por su planteamiento, carecen de solución. Richard Gere hace todo lo posible para dar vida a este "Don Nadie" que representa un personaje que solo existe en su imaginación y que pese a sus esfuerzos, nunca nos llega a interesar ni parece verosímil, por mucho que se vea envuelto en difusas tramas políticas internacionales, en los apuros de su comunidad judía neoyorquina o en arreglar la boda de un amigo .
La falta de diálogos atractivos, la insistencia en primeros planos, hace que el conjunto se haga pesado y reiterativo y que el final se reciba con alivio.

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