domingo, 29 de octubre de 2017

NUESTRA VIDA EN BORGOÑA

REENCUENTROS
Amable y bien intencionada comedia sentimental (no me atrevo a llamarlo melodrama) que no acaba de alcanzar sus objetivos porque el guión y la dirección de Cedric Klapisch es demasiado blando para sacar a relucir el potencial de esta historia del reencuentro de un hombre con sus hermanos tras diez años de ausencia, su vinculación con la tierra que les vio nacer y su amor por lo que sacan de ella. Lo que sucede es que hay un exceso de temas sugeridos que no acaban de resolverse y aunque el ritmo y la calidad de los interpretes, así como la parte documental, hacen que la película entretenga, da la sensación de que toda la narración es un simple esbozo de lo que querría ser, con algunos toques, como las conversaciones del hermano mayor con él mismo pero de niño, que bordean el ridículo.
Las relaciones con el padre recién fallecido, los problemas familiares y, sobre todo, el amor a la tierra y a ese vino que producen, merecían un tratamiento mucho más lúcido y riguroso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario