Hay en esta película de Pixar una idea de principio fabulosa y difícil: mostrar el cúmulo de emociones de un niño, alegría, tristeza, ira...Todo está razonablemente bien si nos referimos a los personajes principales que son justamente las emociones, aunque ninguno llega a crear la deseada empatía con el espectador, pero la narración se desvía por complicados vericuetos (como volver a introducir los recuerdos esenciales en el control central) y se pierde en oscuros laberintos, caídas vertiginosas en simas insondables o arriesgadas odiseas, y todo sobre unos segundos términos (las islas) horrorosos, de pésimo gusto, indignos de gente que nos ha dado joyas como "Ratatouille", "Up", "Wall-E" o ""Monsters Inc." por citar algunas de mis preferidas.
Quede claro que a pesar del "happy end", como no podía ser menos, no se trata de cine infantil y dudo que a los niños les guste o la entiendan. Tampoco a los mayores.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario