viernes, 27 de noviembre de 2015

MISTRESS AMERICA

GENTE DE NUEVA YORK
Bajo la apariencia de una comedia intrascendente, Greta Gerwig escribe e interpreta uno de sus personajes patéticos, frustrados, al que el tiempo (ya ha cumplido los 31), enfrenta violentamente con la realidad y se encarga inevitablemente, de romper sus sueños imposibles, sueños que por otra parte, es absolutamente incapaz de llevar a cabo. Como contraste, una posible hermanastra (su madre y el padre de ella parecen estar a punto de casarse), mucho más joven y también llena de ilusiones, bebe de esos sueños, de esa incapacidad, y los vuelca en la materialidad de la escritura, que es la realización de sus propias ambiciones.
Y todo ello contado de una manera fluida, con diálogos aparentemente banales pero que definen a la perfección a cada persona, y con Nueva York como casi constante telón de fondo (aunque en un momento dado estén en Conneticutt), una ciudad en la que uno puede encontrarse muy solo y, al mismo tiempo, tener conciencia de estar en el ombligo del mundo y todo puede suceder.  

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