miércoles, 10 de agosto de 2016

REGRESO A CASA

SENSIBILIDAD
En los oscuros tiempos de la Revolución Cultural, un profesor, denunciado por su propia hija, es separado violentamente de su mujer y enviado a un campo de concentración. Cuando vuelve, muchos años después, su mujer afectada por una amnesia selectiva, no le reconoce.
Lo que podría ser un terrible melodrama (matrimonio roto-hija culpable) o un alegato político contra los excesos de la "banda de los cuatro", se transforma en las manos de Zhang Jimou en una delicada y entrañable historia de amor, en la que un hombre sacrifica su vida por seguir al lado de la mujer que ama, aunque esta no le reconozca. Fuera de esa historia apenas hay nada, pero su puesta en escena es enormemente sensible, con la sencillez de lo difícil, porque, aparentemente, la cámara no tiene que hacer más que seguir a unos estupendos actores. La vida cotidiana, un rito anual, se transforman en algo extraordinario. En cada fotograma brota la magia de la vida y nos da un nuevo significado a la palabra amor.

1 comentario:

  1. Me alegro de leer lo que escribes y me anima a verla. La anterior de Yimou, "Amor bajo el espino blanco", me pareció estupenda, aunque (no sé si coincidirás conmigo) sin llegar a cimas como "El camino a casa", "Semilla de crisantemo" o "¡Vivir!".
    Un cineasta con momentos fordianos, además.

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